Se ha pretendido mostrar los cambios que el inicio de la Gran Recesión produjo en la aglomeración urbana de Málaga. Con el boom de la suburbanización residencial en Andalucía a partir de mediados de los años ochenta, que estuvo precedido de una extensión de la segunda residencia, se introdujo un cambio en la forma de crecimiento urbano en la aglomeración que no se ha detenido pese a la crisis. A la suburbanización residencial en las ciudades dormitorio y al turismo residencial en los núcleos costeros, se añade una periurbanización que está impulsada por personas que buscan una residencia, no pocas veces autoconstruida, en el medio rural.