La carencia de un Tesoro Nacional en los inicios de la guerra, el alargamiento de ésta y la insuficiencia de los recursos obligó a los insurgentes a establecer medidas extraordinarias para extraer fondos de la población, canalizados a través de figuras fiscales excepcionales y de suscripciones patrióticas. Éstas se convirtieron en una fórmula a medio camino entre la “compra” de un bono del Tesoro, por el que no darían intereses económicos pero sí políticos, y la vertiente impositiva, ya que al desarrollarse en un contexto represivo la aportación no se hizo libremente. Un seguimiento del proceso suscriptor nos ayudará a responder a cuestiones relativas a la colaboración y la resistencia y a si las suscripciones patrióticas contribuyeron a la creación del imaginario franquista.