La importancia que tuvo la pesca y la elaboración de salsas derivadas en el sur peninsular tiene su plasmación evidente en el litoral malacitano. Aquí el modelo de explotación fue distinto al área gaditana, siendo la factoría asociada a la villa y, en ocasiones, al alfar donde se elaboraban los productos, la fórmula habitual junto con las factorías que se instalan próximas a los ámbitos urbanos, como ocurre en Malaca y Suel. Aunque los túnidos fueron los grandes protagonistas, el uso de todo tipo de pescados para la realización de salsas y estar en las aguas más tranquilas del Mar de Alborán, debieron permitir el funcionamiento prácticamente continuo a lo largo del año de estas instalaciones durante la fase romana.