Hoy en día, la mayoría de los ciudadanos están sometidos a una gran (des)información organizada por campañas de marketing o por grupos con intereses políticos que abusan indiscriminadamente de conceptos como la sostenibilidad, ya sea bio u orgánica. Uno de los objetivos de la educación formal en cualquier país desarrollado debería ser transmitir suficiente conocimiento formal (científico) sobre procesos y productos (relacionados con la química, la biología, la economía y las matemáticas) para que los ciudadanos puedan reflexionar adecuadamente sobre qué es realmente sostenible y qué no lo es, y también poder evaluar el impacto ambiental de cualquier proceso. Nuestra propuesta de intervención con el alumnado desde un punto de vista multidisciplinar ha demostrado ser un buen punto de partida para que los estudiantes consoliden y pongan en práctica las herramientas de las que disponemos para evaluar adecuadamente la sostenibilidad de un proceso (C2C, CE, ACV, factor E, Green Química, etcétera)