Este trabajo propone un modelo global de desalinización sostenible en el contexto hidrológico de cualquier río con embalse cercano al mar. Para ello, se instala una planta desaladora, situada en la costa, que transporta el agua bombeada utilizando el propio curso del río y la vierte directamente al embalse. El concepto de sostenibilidad radica en que la energía necesaria para abastecer todo el proceso se obtiene mediante un parque fotovoltaico flotante ubicado en el embalse. La energía eléctrica generada por este parque proporciona una solución de autoconsumo tanto para la planta desaladora como para las estaciones de bombeo, ya sea inyectando y equilibrando su energía a la red eléctrica o directamente a la planta desaladora. Además, como producto destacable en el proceso de desalinización, se obtienen diversos derivados y el proyecto se convierte en una fuente de hidrógeno verde