Este trabajo fija a Ramón Carnicer como el primer columnista que escribe sobre el tema “mujer y
lenguaje” de modo recurrente en la prensa española, a través de nueve columnas que publica en el
diario La Vanguardia durante los años sesenta y setenta y en las que trata, entre otras cuestiones, de
las feministas, del Movimiento de Liberación de las Mujeres y de su repercusión en la lengua inglesa.
Destacan cuatro aspectos del discurso empleado en estas columnas: en primer lugar, el lenguaje
estereotipado que usa en la descripción del sexo masculino y femenino, así como el empleado para el
personaje de la suegra; en segundo lugar, la utilización del sustantivo hembra (en oposición a varón)
para aludir a las mujeres, y los empleos irónicos de los términos damas, señoras o señoritas; en tercer
lugar, las imprecisiones lingüísticas y las generalizaciones precipitadas sobre el papel de las mujeres en
la lengua; y en cuarto lugar, las descripciones despectivas que aparecen del cuerpo femenino. Aunque
Carnicer trata la influencia del feminismo en el lenguaje, realmente lo hace referido a la lengua inglesa,
pues el tema de la influencia de las mujeres en la lengua española no cobra realmente protagonismo en
el discurso metalingüístico de la prensa española hasta la década siguiente.