El olivar se ha convertido durante estas dos últimas décadas en el principal eje en torno al cual gira la vida económica y social de numerosas regiones y comarcas rurales de la Europa mediterránea. Después de atravesar por una profunda crisis que provocó la deserción masiva de olivareros y la reconversión paralela de miles de hectáreas de olivar, consagradas desde entonces a todo tipo de cultivos industriales mucho más rentables, desde mediados de los años ochenta asistimos a un renacimiento espectacular de las plantaciones del que podemos considerar como el árbol más genuino de la cuenca que baña el Mediterráneo. Esta repentina “fiebre” olivarera está íntimamente asociada a la generosa política de apoyo a este cultivo y, obviamente, al principal recurso que se extrae de la manipulación industrial del fruto de este árbol, el aceite de oliva, que se ha impulsado desde la actual Unión Europea. El trabajo que se presenta trata de individualizar los diferentes tipos de paisajes olivareros que pueden detectarse en la actualidad en Sierra Mágina. En el estado actual de la investigación, se diferencian un conjunto de ocho paisajes representativos de los distintos ámbitos geográficos que pueden reconocerse en la comarca.