Existe un grave problema en el contexto de España a la hora de facilitar los procesos administrativos a los ciudadanos, sobre todo en relación con la espera derivada de la extensa burocracia, confusa en muchas ocasiones. Ello requiere de mecanismos novedosos que den respuesta a estas necesidades.
No cabe duda de que la población en Europa está envejeciendo, y esto queda reflejado por diferentes datos estadísticos que se han ido recogiendo a lo largo de los años. Por poner un ejemplo, el Instituto Nacional de Estadística (en adelante, INE) refleja, en datos europeos, cómo ha habido un incremento de la población mayor, del 16% en el año 2001 al 21% en el año 2020.
Esto lleva parejo toda una serie de problemas, pero en lo que nos vamos a centrar en este momento es en que cada vez habrá más mayores que viven más años, y van a requerir una serie de necesidades para las cuales la administración debe estar preparada. Una administración que deberá contar no solo con trabajadores, sino con herramientas que agilicen los procesos y reduzcan el nivel de trabajo. Nos referimos en este sentido a la Inteligencia Artificial como ayuda a la hora del pronóstico, diagnóstico y procesado de datos, lo que podría significar una ayuda muy grande al sistema de las administraciones públicas