La tragedia Suplicantes de Esquilo tiene por protagonista colectivo al coro que interpreta a las hijas de Dánao, o Danaides, muchachas que huyen de Egipto y llegan a Argos, polis griega de la que procede su estirpe, donde suplican protección y consiguen ser aceptadas como residentes. Dilucidar los motivos que explican la huida de las Danaides ha sido una cuestión muy debatida, también en relación con la caracterización que hace Esquilo de estas muchachas. Las hijas de Dánao dicen huir en rechazo a un gámos con sus primos, hijos de Egipto y, al atender a la causas que las llevan a esta conducta, los estudiosos han propuesto diversas teorías: los rechazan por misandria, huyen por aversión a la institución del matrimonio o el suyo es un rechazo específico a una relación incestuosa. Que el motivo de la huida fuera no un rechazo al matrimonio o a los varones, sino a la violencia que sus primos tratan de imponer, nunca ha sido la opinión mayoritaria. Sin embargo, restar importancia a esta cuestión puede llegar a minimizar la violencia expresada tan vívidamente en la obra y llevar a considerar la actitud de las Danaides desmesurada para el orden social heleno.
La clave para eliminar este sesgo interpretativo puede estar en entender el gámos que las Danaides dicen rechazar al principio de la obra no solo como una unión nupcial, sino como una unión sexual violenta. En el contexto en el que se menciona en la obra, impuesta contra la voluntad de las muchachas y mediante la fuerza, la unión que pretenden los egipcios, y que repudian las Danaides, debe ser entendida como una violación, lo que explica, en sí misma, la huida.