Actualmente en España y a diferencia del proceso de menores, donde la mediación penal está legislada y arraigada, la mediación penal es un sistema informal “formalizado” de solución del conflicto penal en adultos. Ante un proceso penal incoado en un caso de negligencia médica, en particular, o un conflicto generado por causa de una asistencia sanitaria inadecuada, sería interesante y práctico incorporar un procedimiento de mediación penal para su resolución, por las ventajas que aporta no sólo para la víctima, sino también para el infractor que puede verse beneficiado tanto penológicamente (atenuante cualificada o muy cualificada) y obtener beneficios sobre la condena (por ejemplo, su suspensión), como personalmente, asumiendo su conducta y creciendo profesionalmente, como profesional sanitario comprometido con la lex artis.