El estrés y el consumo abusivo de alcohol durante períodos tempranos del desarrollo pueden tener consecuencias nocivas en el cerebro y en el comportamiento, siendo considerados factores de riesgo importantes para el desarrollo de trastornos psiquiátricos en la edad adulta. Ambos factores se asocian con frecuencia en la adolescencia, lo que podría dar lugar a una mayor influencia negativa sobre la salud mental. La identificación y una mejor comprensión de los mecanismos subyacentes a estos eventos tempranos, que podrían aumentar la vulnerabilidad a la enfermedad mental, es esencial para mejorar las estrategias de prevención, diagnóstico y tratamiento. Así, la presente tesis doctoral se compone de cuatro bloques experimentales encaminados, mediante el desarrollo de diferentes modelos animales, a caracterizar los efectos a largo plazo de un estrés temprano y el consumo de alcohol durante la adolescencia sobre el comportamiento de tipo ansioso y sobre la expresión de sistemas de señalización en aquellos circuitos cerebrales asociados con los comportamientos adictivos y emocionales.