Defendemos que con la introducción del Mecanismo RED nuestro ordenamiento jurídico laboral ha experimentado un cambio de paradigma, ya que por primera vez se protege una contingencia macroeconómica, que no atiende ya solo a las circunstancias subjetivas de unos agentes productivos concretos, sino que protege una situación general que afecta de forma similar a un conjunto indeterminado de agentes. Justificamos cómo esa nueva orientación casa perfectamente con los objetivos fundacionales del derecho social, que se marca incidir sobre las variables que condicionan la libre determinación de los sujetos que participan en el proceso industrial.