Se estima que el tráfico de seres humanos con fines de explotación sexual afecta a decenas de miles de personas, especialmente a niños y mujeres, a nivel mundial. Las causas de este tráfico parecen apuntar a situaciones de pobreza, desempleo, ausencia de educación o especial vulnerabilidad de sus víctimas,
A pesar de la preocupación y concienciación cada vez mayor hacia este fenómeno, se carece de datos que nos permita cuantificar y valorar el alcance total del problema, impidiendo ello la elaboración y aplicación de medidas de prevención.
El trabajo que aquí publicamos pretende lograr este objetivo.
Sus autoras nos describen un delito sumamente lucrativo y con escasos riesgos para sus autores, pero con connotaciones ultrajantes para sus víctimas. Una versión ampliada de este trabajo será publicada en la Revista española de investigaciones sociológicas (REIS).