La enfermedad coronaria es la principal causa de mortalidad en nuestro medio. Además del control de los factores de riesgo cardiovascular, ya sea con el ajuste del estilo de vida o con tratamiento médico dirigido al control de dichos factores y sus complicaciones, existen dos estrategias invasivas para tratar dicha enfermedad. La cirugía de revascularización miocárdica es el gold estándar para la mayoría de los casos con enfermedad coronaria crónica, si bien la angioplastia con stent se ha ido imponiendo en la actualidad como una alternativa válida. Este stent provoca una serie de cambios histológicos en el vaso que pudiera comprometer la permeabilidad de este a largo plazo y por tanto aumentar la morbilidad con la necesidad de nuevas revascularizaciones y tal vez la mortalidad en estos pacientes, como indican varios estudios.
Objetivos:
Evaluar si los pacientes portadores de stent previo a cirugía de revascularización miocárdica presentan mayor necesidad de nuevas revascularizaciones futuras respecto a los que no tienen stent. Así mismo, evaluar si el stent actúa como una variable independiente para una peor evolución de estos pacientes, en términos de morbi-mortalidad.
Material y métodos:
Se evalúan 721 paciente intervenidos de revascularización miocárdica en el Hospital Universitario Virgen de la Victoria entre los años 2012-2017 y se comparan dos grupos: grupo sin stent previo (577) y grupo con stent previo (144). Se han estudiado si los pacientes portadores de stent coronario previa a la cirugía de revascularización presentan una peor evolución. Los pacientes debieron cumplir los criterios de inclusión preestablecidos y ningún criterio de exclusión.