A diferencia de otras prestaciones contributivas de la Seguridad Social, la regulación de la Incapacidad Permanente ha permanecido prácticamente inalterable en las últimas décadas en su concepción, mientras que el comportamiento del mercado laboral ha experimentado un cambio profundo, configurándose como un mercado laboral mucho más dinámico y rotativo, con multitud de dedicaciones diferentes en una misma vida laboral, y en numerosas ocasiones con la necesidad de combinar varios trabajos por la precariedad laboral, de ahí que proponga una revisión del mismo, para adaptarlo a las necesidades actuales de la nueva coyuntura.
Este trabajo está enfocado a realizar un estudio sobre la situación de la incapacidad permanente contributiva y en poner de relieve la necesidad de modificar en lo posible la legislación en esta materia, de modo que se superen las inseguridades interpretativas, y se ordenen los desajustes y la rigidez que se produce en el actual sistema que, debido a su configuración, genera una alta litigiosidad en la jurisdicción social, con criterios dispares.
Se ofrece un trabajo de investigación sobre las imprecisiones, incoherencias y disfunciones que se producen con la actual clasificación de las incapacidades permanentes y se aprovecha para proponer mejoras a las mismas o introducir ideas nuevas para subsanar las que el ordenamiento jurídico vigente presenta en muchos de estos aspectos. El principal es despojarla o desconectarla de la profesionalidad.
Sin olvidar que el objetivo más importante del sistema de incapacidad es proteger adecuadamente a los individuos frente a la situación de necesidad originada por esa contingencia, creemos que la información obtenida en este trabajo sobre las inequidades puede servir de guía para el rediseño futuro del subsistema de incapacidad, impulsando medidas que faciliten la reinserción laboral tras situaciones de adversidad por enfermedad o accidente propiciando la mínima limitación en el ámbito laboral.