En la enseñanza de calidad de futuros docentes, la narración se justifica como espacio de trabajo que facilita a los individuos el descubrimiento de discursos entretejidos, que sirven para entablar relaciones dialógicas con voces plurales procedentes de textos, imágenes y situaciones vitales anclados a sus referentes culturales. La individualidad se transforma en colectividad mediante la proyección de experiencias en un entorno común y los universos comunicativos que creamos, nos marcan como seres humanos y nos llevan a aprehender la realidad, adquiriendo un bagaje cognitivo empático que posibilita su comunicación.
Al respecto, el paisaje urbano se ha consolidado como un concepto cultural vinculado al patrimonio, marco de múltiples y atractivos recursos culturales para el ciudadano y el visitante. No obstante, presenta cierta ambigüedad semántica, ya que lo integran diversas imágenes y situaciones que es necesario descifrar. Por ende, la correcta interpretación de este contexto semiológico puede generar una interesante narratología urbana, que a nivel educativo se convierte en un recurso didáctico holístico enormemente efectivo para comprender el medio en Educación Primaria.
El diseño de productos didácticos mediante video-narraciones en formato cuento permite implementar la adquisición de competencias, visibilizar el currículo oculto y “aprender a enseñar” la construcción del tiempo histórico en el medio, a través de la exploración del entorno sociocultural próximo. El patrimonio andaluz se intercaló con el currículo de Ciencias Sociales, siendo el hilo conductor de una metodología activa de enseñanza, lúdica; activadora de las potencialidades imaginativas de niños y niñas en el aprendizaje de contenidos relacionados con su entorno local y autonómico; y útil en la valoración de su herencia cultural próxima, posibilitando crear lazos de pertenencia y tomar conciencia de su propia identidad andaluza.