El tema de los desastres naturales o medioambientales está de actualidad, merced a problemas como el cambio climático, que se traduce en fenómenos naturales extremos de gran poder destructivo, pero también episodios de carácter geológico como terremotos y tsunamis. Los historiadores no pueden evadirse de los debates centrales de su tiempo, que, irremisiblemente, influirán en su forma de analizar el pasado. En los últimos años, el estudio de estos fenómenos ha suscitado un consenso en torno a la idea de que el medio no constituye un mero telón de fondo en los procesos históricos. Por ello, juzgamos conveniente analizar el papel de los factores naturales en procesos de cambio histórico. La hipótesis de partida plantea que ciertas crisis naturales de gran poder destructivo pudieron ser detonantes o coadyuvantes en las dinámicas de cambio experimentadas por las sociedades del pasado. Como sujeto de estudio específico se contempla el proceso histórico de la provincia romana de Baetica durante la tardo-antigüedad, entre los siglos III y V d.C., una coyuntura histórica caracterizada por cambios notables en facetas diversas de la vida política, social, económica o simbólica. La información geoarqueológica evidencia daños sísmicos en centros urbanos, como Corduba, Baelo Claudia o Munigua. En íntima relación se encuentran los casos de posibles eventos energéticos marinos, tsunamis y grandes tormentas, que sostienen diferentes estudios geológicos y arqueológicos registrados en el litoral sur-peninsular. Entre ellos importantes indicios procedentes de Baelo Claudia. A la que debemos sumar otras localizaciones de la costa de Huelva e incluso la ciudad de Hispalis, donde se ha propuesto la identificación de un evento de inundación marino de alta energía. Postura posteriormente matizada, incluyendo la posibilidad de que se trate de una conjunción de episodios.