El parto prematuro es una de las principales causas de muerte en niños menores de cinco años en todo el mundo, además, la prematuridad es responsable de morbilidad a corto y largo plazo, pudiendo ocasionar hasta el 25-50% de diversos grados de afectación neurológica en la infancia. La prematuridad también conlleva mayor tasa de reingresos hospitalarios y, por tanto, un mayor coste económico y social debido a las alteraciones del comportamiento y las dificultades de aprendizaje que pueden tener estos pacientes en su primera infancia. Así, la prematuridad conlleva un gran impacto a nivel sanitario, social y económico. Los corticoides prenatales llevan décadas aumentando la supervivencia y disminuyendo las secuelas de los recién nacidos prematuros, suponiendo un antes y un después en la Neonatología. Los corticoides prenatales en pauta completa, han demostrado disminuir la mortalidad de los prematuros entre las 24+0 y las 34+6 semanas de edad gestacional, además de disminuir la incidencia de síndrome distrés respiratorio neonatal y probablemente de la hemorragia intraventricular. Sin embargo, esta pauta de administración de corticoides prenatales no siempre se consigue llevar a cabo, bien por la precipitación del parto o porque tras haber recibido la pauta de maduración pulmonar, el parto no se produce en los 7 días siguientes a la primera dosis. Los corticoides prenatales, no están exentos de efectos secundarios. Se ha relacionado la exposición a corticoides prenatales con alteraciones cardiovasculares, metabólicas, endocrinas, así como neurológicas y psicológicas a largo plazo. Las investigaciones actuales llaman a buscar la mínima dosis eficaz, el momento idóneo para su uso y la población diana específica. También se precisa más investigación en poblaciones poco estudiadas como el retraso del crecimiento intrauterino. Este estudio pretende evaluar el impacto de pautas no completas tanto en la mortalidad como en las morbilidades severas de la prematuridad.