España desde la década de los años 90 se ha convertido en un país receptor de menores extranjeros no acompañados. La infancia no acompañada ha ido aumentando con el paso de los años, tanto es así que, en Ceuta y Melilla, las dos únicas ciudades españolas con frontera terrestre con Marruecos reciben una gran cantidad de esta infancia migrante. Además, en estas ciudades autónomas debido a la situación de desbordamiento de sus recursos asistenciales y al deseo de los menores de cruzar a la península es habitual encontrar menores en situación de calle. La investigación pretende visibilizar el perfil de estos menores que pernoctan en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla y enfatizar las situaciones de riesgo criminológico y victimológico que estos menores sufren. Para ello se optó por una triangulación metodológica, usando las siguientes técnicas de investigación: la observación directa y participante, diarios de campo, fichas de diagnóstico individual y cuestionarios estructurados