En el año 2021, 42 productoras con sede social en Andalucía participaron de la producción de al menos un largometraje (ICAA, 2022), conformando así la tercera comunidad autónoma española con mayor actividad tras Madrid y Cataluña. El alto número de productoras activas debería haber significado un notable nivel de industrialización del sector. Sin embargo, a tenor de los títulos producidos, de la distribución lograda y de los ingresos logrados en taquilla, se descubre una frágil estructura industrial que no hace sino reproducir a escala autonómica los mismos rasgos que caracterizan al conjunto de la producción cinematográfica española.