La artrosis de rodilla es la enfermedad osteoarticular crónica más frecuente en nuestro medio. La
mayoría de los pacientes progresan a estadios avanzados de artrosis que conllevan a la artroplastia total de rodilla
(ATR) como tratamiento definitivo.
Existen múltiples complicaciones descritas tras la ATR, siendo de las más importantes la presencia de infección
protésica, que puede ser agudas o crónicas. El tratamiento y pronóstico puede ser diferente en cada una de ellas,
realizando un desbridamiento con lavado abundante y recambio de componentes móviles con mantenimiento de la
prótesis (DAIR) en aquellas infecciones agudas o un recambio protésico en uno o dos tiempos en las infecciones
crónicas. Dentro de las infecciones agudas, existe variabilidad del éxito del tratamiento. Para identificar aquellos
pacientes con alta probabilidad de éxito, se ha desarrollado la escala KLIC. A medida que aumente la puntuación
de la escala, aumentará el riesgo de fracaso del tratamiento. En nuestro trabajo, la escala KLIC es una herramienta
útil para estratificar el riesgo de fracaso del tratamiento de la infección protésica aguda. En aquellos pacientes con
un resultado < 3,5, se podría realizar la terapia DAIR con un gran porcentaje de éxito mientras que en aquellos
pacientes con un resultado > 6 sería recomendable la realización de un recambio protésico como primera opción de
tratamiento.
En cuanto al manejo de la herida quirúrgica de manera postoperatoria, existen diversas medidas postoperatorias
usadas para el cuidado de la herida quirúrgica con vistas a la disminución de la incidencia de infección protésica.
Sin embargo, muchas de estas medidas no presentan evidencia científica, siendo necesarios la realización de
estudios de mayor evidencia.