La ciudad inteligente (smart city) impone un nuevo concepto de movilidad, más respetuoso con el medioambiente y la calidad de vida de los ciudadanos. La llamada smart mobility (movilidad inteligente) constituye su principal bastión al aprovechar las ventajas que ofrecen las tecnologías de la información y las comunicaciones en su aplicación a los desplazamientos. Mediante la incorporación de modernas técnicas a la movilidad se redunda en el cumplimiento de los compromisos gubernamentales contra el cambio climático que señalan al transporte como principal factor de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
Por ello, esta Tesis Doctoral aborda el régimen jurídico de la movilidad (entendida como concepto más general que incluye todo tipo de desplazamientos ya sean en vehículo o a pie) urbana (que se da en la ciudad) inteligente (basada en la digitalización), desde la óptica de las dos transformaciones que tiene pendiente (según se deduce de las diferentes políticas públicas): la medioambiental y la digital. Ambas se interrelacionan, ya que un sistema digitalizado ayudará a una gestión y utilización más eficiente de los sistemas de transporte y movilidad, así como, de sus infraestructuras.
En este sentido, la digitalización del transporte y la movilidad inteligente puede dar respuesta a los retos que plantea la movilidad en el siglo XXI, marcados por cambios a escala internacional como la necesidad de descarbonizar la economía, luchar contra el calentamiento global y aprovechar las ventajas de las nuevas tecnologías para conseguir esos objetivos. Así, se analizan los diferentes desafíos a encarar para que las Administraciones públicas orienten las políticas públicas en movilidad y transporte hacia la eficiencia y la descarbonización. Esta nueva forma de proceder encierra un sinfín de oportunidades que pueden revolucionar el sector tal y como lo conocemos hoy en día, en aras de su neutralidad climática.