Genéricamente los cementerios son el reflejo de la ciudad de los vivos. Así se cumple en el cementerio histórico de San Miguel de Málaga, donde se conservan los mausoleos y vestigios materiales de las firmas comerciales e instituciones ligadas al floreciente comercio de la pasa y el vino de Málaga, canalizado a través de su puerto hacia Europa y tierras americanas. Clausurado en 1997 para la actividad funeraria, el cementerio es hoy escenario de una intensa actividad cultural. En este trabajo se justifica y diseña una ruta cultural que combina el patrimonio funerario y la historia económica de las grandes familias y apellidos ilustres que protagonizaron esta destacada página de la vida económica de la ciudad.