Las lenguas vehiculan culturas, tradiciones y costumbres propios de cada sociedad, que se ven reflejados en los textos a través de los referentes culturales, cuya manifestación adquiere una u otra forma según la naturaleza del texto. De cara a la traducción, el modo de abordarlos está ligado a la función de los textos origen y meta, así como a los contextos en los que esta se produzca. Los referentes culturales pueden ser más o menos universales y presentar un mayor o menor grado de dificultad durante el proceso traductor según la cercanía de las culturas y las lenguas implicadas. Dejando a un lado la traducción stricto sensu, los culturemas se perfilan como una herramienta muy valiosa durante el proceso previo de formación y/o de documentación del traductor, pues, debido a la carga cultural y lingüística que albergan, se convierten en un elemento formativo muy completo. Esto está especialmente presente en el humor, que se sirve de los recursos más variados para transmitir, expresar y poner de relieve, en ocasiones con fines críticos e irónicos, diferentes aspectos culturales. Por otro lado, el cómic es un género textual que, por sus características lingüísticas y textuales, se convierte en un material de gran interés. La conjunción de ambos elementos (humor y cómic) puede resultar en un recurso formativo explotable a varios niveles tanto en el aula como en el desarrollo de la actividad traductora profesional. En este caso, se trata de analizar las particularidades del cómic belga Le chat y las posibilidades que este ofrece de cara a la adquisición de conocimientos temáticos, lingüísticos y traductológicos. Para ello, se partirá de un corpus compuesto de diferentes viñetas con una importante carga cultural para, posteriormente, catalogar los culturemas a partir de una clasificación ad hoc y comprobar qué objetivos temáticos, lingüísticos y traductológicos pueden llegar a cubrir. Se trata, en suma, de explotar un recurso de carácter lúdico con fines formativos.