En el contexto de crisis sociosanitaria global derivada de la COVID-19, la actividad turística se ha visto gravemente perjudicada, debido a la interrupción drástica de la libre movilidad —especialmente en el plano aéreo— así como a la imposibilidad de aglomeraciones de personas. De cara a intentar salvar la temporada turística se ha abogado por potenciar el turismo de interior, mientras que, el turismo de masas de sol y playa, así como el urbano, han caído en picado. Ello ha conllevado a una profundización en la demanda turística de los territorios rurales aledaños a las urbes (Cañada y Murray, 2021; Hiernaux-Nicolas, 2021). El presente estudio investiga la reactivación de la actividad turística en el caso de Mallorca -un destino turístico español maduro- y más concretamente, de la Serra de Tramuntana, la cual fue declarada patrimonio cultural por la UNESCO en el año 2011. El objetivo es relacionar el turismo en entornos rurales/naturales y la desigualdad socioeconómica y así contribuir a la conceptualización del término turistificación en estos entornos durante la pandemia. Aquí, la turistificación se entiende como un proceso de mercantilización de un espacio, en función de las expectativas y gustos de sus visitantes-turistas (Urry, 1990), que facilita las condiciones necesarias para que se produzca el desplazamiento de las clases sociales con menores ingresos (Lorenzen, 2021; Jover & Diaz-Parra, 2019). La metodología utilizada para la caracterización del proceso de turistificación de este entorno rural/ natural se basa en la realización de encuestas y el uso de técnicas de análisis espacial, estadístico y cartográfico. Los resultados derivan del análisis del perfil socioeconómico de los visitantes, sus preferencias turístico-recreativas y percepciones, así como de los índices de presión turística de la Serra de Tramuntana.