A partir de la propuesta feminista intersectorial como herramienta conceptual, este estudio analiza la vivencia de mujeres jóvenes que han sufrido maltrato desde los inicios de la relación de noviazgo y esta se ha mantenido durante varios años. El propósito es sacar a la luz de manera diferenciada las identidades que confluyen en estas jóvenes y que, analizadas por separado, favorecen un análisis más elaborado y profundo de estas vivencias. Las entrevistas en profundidad han sido el vehículo para conocer estas experiencias y los resultados dejan ver como el ser mujer, ser joven y ser pareja son identidades que de forma diferenciada se revelan como sustentadoras de la violencia. Captar estos contrastes posibilita huir de un análisis simplista y generalizador para todas las mujeres víctimas, permitiendo una comprensión más singular y específica de esta realidad concreta.