La expansión de Internet a todos los rincones del planeta ha provocado un proceso de convergencia caracterizado por la hibridación de géneros, formatos y soportes que ha dado lugar a un nuevo paradigma comunicativo. Este flamante estado de las cosas en constante transformación viene determinado no solo por la continua innovación tecnológica, sino también por la interconexión entre individuos que caracteriza a la sociedad red y por el cambio de posición experimentado por los consumidores de los medios, antes pasivos y ahora devenidos en activos generadores de contenidos, dadas las posibilidades que les ha otorgado la Web 2.0. Este escenario supone un reto para los espacios de educación superior, cuyos usuarios responden actualmente a ese perfil de nativos digitales no habituados a la unidireccionalidad en las comunicaciones, rasgo este último que ha definido –y aún sigue definiendo, en buena medida- el aprendizaje en las aulas universitarias. Este desafío se agudizó con la aparición de la pandemia de la COVID-19, que forzó a millones de personas en todo el mundo a confinarse en sus domicilios durante largos periodos de tiempo. Esta circunstancia conllevó la ruptura de la que, hasta ese momento, había sido una de las condiciones de existencia de la enseñanza en todos sus niveles y, específicamente, en el superior: la presencialidad. De manera repentina, y en muchas ocasiones precipitada, docentes y discentes se vieron obligados a adoptar las nuevas tecnologías, dispositivos y plataformas para poder continuar con la actividad educativa. Por todo ello, el presente estudio trata de analizar el estado de implantación como método de aprendizaje en las universidades españolas de las narrativas transmedia, es decir, de la expansión de los contenidos lectivos a través de múltiples medios y en la que el alumnado desempeña un papel activo.