Eustacio de Tesalónica (1115-1195/96) es autor de diferentes comentarios, entre ellos a la Ilíada y la Odisea , imprescindibles para la filología homérica, a Píndaro (hoy perdido) y a la Periégesis de Dionisio de Alejandría (s. II. d. C.) , una obra que gozó de una excelente transmisión, tanto en Bizancio como en Occidente . Al contrario que los comentarios homéricos, su Comentario a la Periégesis, compuesto cuando Eustacio era μαΐστωρ τῶν ῥητόρων en Constantinopla (después de 1166) y dedicado a su alumno Juan Ducas (1126 ca. - 1220 ca.), hijo de Andrónico Camatero (uno de los altos funcionarios de Manuel I Comneno), ha sido escasamente estudiado, no solo como obra de erudición por los filólogos clásicos sino también como obra literaria por los bizantinistas .
Entre las fuentes que emplea Eustacio para la composición de su comentario, se hallan léxicos, historiadores y geógrafos antiguos (Heródoto, Estrabón, Pausanias etc.), material exegético (escolios antiguos) y, además, la paráfrasis a la Periégesis.
En efecto, Eustacio parece hacer más uso de la paráfrasis a lo largo de su exégesis que del propio poema, pues, probablemente, esta se adapta mejor a sus intenciones didácticas, dado que facilitaba la comprensión del contenido del poema en koiné. ¿Pero hasta qué punto lee y emplea la paráfrasis en lugar del poema? ¿Cómo la usa? ¿Con qué propósito? ¿Por qué decide usarla en algunas ocasiones y en otras no? Estas serán algunas de las preguntas a las que trataremos de dar respuesta en nuestra comunicación con el objetivo de comprender su método de trabajo, siguiendo siempre muy de cerca el estudio del contenido y la lengua de la propia paráfrasis.