Las infraestructuras que conforman la red de distribución están acogiendo modelos totalmente disruptivos como el autoconsumo, las comunidades energéticas autosuficientes o el balance neto de energía. En este contexto, los modelos de gestión tradicionales pueden no ser suficientes para cubrir las necesidades tanto técnicas como económicas o regulatorias con la debida seguridad, calidad y estabilidad. Sin embargo, los sistemas de medida inteligente y de sensores para la monitorización avanzada de cualquier activo de la red permiten disponer de datos para conocer y caracterizar el comportamiento de cada elemento de la red, y generar información útil para cualquier parte interesada. Si bien las funcionalidades mínimas de los sistemas de medida inteligente son suficientes para realizar operaciones de telemedida y de gestión básica en remoto, en esta tesis doctoral se propone una serie de recomendaciones encaminadas a potenciar la creciente presencia de recursos energéticos distribuidos y su participación activa en el sistema eléctrico.
En esta misma línea, esta tesis presenta también una herramienta de análisis de datos de congestiones, en cualquier elemento de la red, capaz de determinar el límite óptimo que debe atenderse, como alternativa a los tradicionales criterios subjetivos y basados en la experiencia, y una herramienta de predicción de la flexibilidad esperada con 15 minutos y 1 hora de antelación en el ámbito de la media y baja tensión. Esta última metodología se acompaña de un novedoso conjunto de índices que permite caracterizar y cuantificar con precisión la flexibilidad existente en un sistema de distribución.
Las contribuciones de la presente tesis doctoral, en suma, prestan atención a las particularidades de las redes de distribución y aprovechan la tecnología actualmente disponible para aportar nuevas recomendaciones y propuestas para ayudar a la evolución en el modo de planificar y operar las redes de media y, especialmente, de baja tensión.