Este trabajo pretende reconocer los efectos de la exclusión social y el proceso de degradación de los espacios públicos y entornos patrimoniales en los destinos turísticos de Sevilla y Málaga.
Si bien no se puede argumentar que después de un cierre como el experimentado, todo pueda volver al estado anterior, especialmente en entornos donde la resiliencia no ha sido considerada un valor, en los primeros días del cierre de COVID los alcaldes de estas ciudades andaluzas reafirmaron la necesidad de apoyar al sector turístico como única forma de recuperar la ruptura económica. Se discuten las transformaciones que la turistificación y el COVID-19 están impulsando en estas ciudades, observando la acción relajada de control e inspección sobre las actividades turísticas y la oferta de "espacios singulares" públicos en el centro de estas ciudades para nuevas actividades relacionadas con la industria turística y la especulación inmobiliaria. Se presentan otras experiencias europeas que demuestran que son posibles medidas más centradas en la habitabilidad y la recuperación de la vida urbana centrada en el vecino.