Plutarco menciona con mucha frecuencia a Heracles, como es lógico dada la gran importancia del héroe; pero no se refiere a todas sus aventuras, como seguramente tampoco las trataría todas en su Vida de Heracles, que no conservamos. Lo menciona al hilo de su narración, de su relato o de su argumentación filosófica, aludiendo a veces a una leyenda concreta y, con mayor frecuencia, a su carácter y sus virtudes.
Las referencias a las virtudes y hazañas de Heracles en Moralia y en las Vidas, tanto de griegos como de romanos, tienen diversas procedencias: por una parte, la tradición popular; por otra, la literaria, tan conocida por nuestro erudito, en la que destaca la tragedia; y por otra, las versiones alegóricas y racionalizadas de los intérpretes de los mitos. Pero todo ello filtrado por el criterio de Plutarco, que selecciona, juzga, destaca, adapta, e incluso rechaza lo que considera inapropiado.