El cultivo de tejidos vegetales in vitro puede inducir alteraciones en las células, lo que se conoce como variación somaclonal (Larkin y Scowcroft, 1981, TAG, 60, 197-214). Estas alteraciones pueden ser útiles como fuente de variabilidad, pero pueden ser un problema si se quiere mantener la estabilidad genética. Factores como el genotipo, tipo de explanto, sistema de regeneración, tiempo y frecuencia de cultivo, así como el uso de reguladores de crecimiento, pueden afectar a este fenómeno. La estabilidad genética debe ser asegurada lo antes posible, para ello se dispone de marcadores tanto morfológicos, para la detección de variación de características fenotípicas, como moleculares, siendo los más utilizados los Simple Sequence Repeat (SSR) y Random Amplified Polymorphic DNA (RAPD). El objetivo de este trabajo fue el estudio de la estabilidad genética de material obtenido vía embriogénesis somática (ES), a partir del cultivo de radícula de embriones zigóticos maduros de la variedad Picual de olivo (Olea europaea), así como por proliferación de brotes axilares, mediante el cultivo del ápice del mismo embrión, usando marcadores RAPDs. La inducción de callo se realizó en medio OMc suplementado con 25 µM IBA - 2.5 µM 2ip. A las 3 semanas, el callo se transfirió al mismo medio pero conteniendo 2.5 µM IBA y sin 2ip. Posteriormente, se cultivó en medio de embriogénesis cíclica de olivo (ECO) conteniendo 0.25 µM IBA, 0.5 µM 2ip - 0.44 µM BA (Pérez-Barranco et al., 2009, PCTOC, 97, 243-251) y suplementado con 200 mg/L de cefotaxima. El callo embriogénico se mantuvo en este medio, con subcultivos cada 4 semanas. Los ápices se cultivaron en medio de germinación (Clavero-Ramírez y Pliego-Alfaro, 1990, Actas de Horticultura, 1, 512-516) durante 12 semanas y los brotes obtenidos se mantuvieron en medio RP suplementado con 2 mg/L de ribósido de zeatina (Vidoy-Mercado et al., 2012, Acta Horticulturae 949, 27-30).