Esta historia mínima se presenta como un modo de provocar la reflexión en torno a una cuestión que viene imponiéndose, de manera callada y acrítica, en la vida cotidiana de la ciudadanía. La felicidad como mercancía y como fin, creando un mundo ilusorio y tan falso como el "sueño americano". Está sujeta a la oferta y a la demanda y a las exigencias del mercado. Detrás, la gran industria promovida por la psicología positiva, el pensamiento positivo, la economía de la felicidad, el capitalismo emocional. Mientras tanto, y en los márgenes, cuando no en el olvido, siguen existiendo las desigualdades y las injusticias.