En la actualidad se considera que los y las adolescentes son la población que más fácilmente adopta y utiliza las tecnologías digitales. Este aspecto coloca a esta población en un riesgo más elevado de desarrollar un uso problemático de dichas tecnologías. El modelo I-PACE (Interaction Person-Affect-Cognition-Execution; Brand et al., 2019) brinda un marco teórico de referencia para comprender cómo el uso problemático de tecnologías digitales puede ser el producto de la interacción entre determinados factores de vulnerabilidad, respuestas afectivas y cognitivas frente al estrés y aspectos vinculados a la función ejecutiva y la toma de decisiones. El presente estudio tuvo por objetivo analizar las relaciones entre un conjunto de recursos personales, algunos indicadores de desajuste psicológico y el uso problemático de smartphones (UPS) y de redes sociales (UPRS) en población adolescente. La muestra estaba compuesta por 420 adolescentes (56,4% mujeres y 43,6% varones) con edades comprendidas entre 12 y 19 años de la provincia de Málaga. Se utilizaron cuestionarios de autoinforme para valorar diversos recursos personales, algunos indicadores de desajuste (ansiedad, estrés y depresión), el UPS y el UPRS. Se condujeron dos análisis de regresión jerárquica por bloques. Los resultados indican que el primer modelo permitió explicar un 27,2% de la varianza en UPS y se observó que la edad, los niveles de depresión, de pensamiento crítico y de regulación emocional predecían significativamente esta variable. El segundo modelo explicó el 19,2% de la varianza en UPRSy los predictores estadísticamente significativos fueron los niveles de depresión y de pensamiento crítico. Los resultados de este estudio aportan evidencia para sugerir que recursos personales, como el pensamiento crítico y la regulación emocional, también contribuyen para explicar este fenómeno y podrían constituir factores protectores frente al uso problemático de tecnologías digitales en los adolescentes.