Durante la campaña de excavación arqueológica conducida desde 2007 en La Canea, en un ambiente perteneciente a la última fase de la dominación micénica del palacio (siglo XIII a. C.), aparecieron los restos de huesos animales y humanos: estos últimos pertenecían al cuerpo de una joven mujer que, igual que los mismos animales, había sido desmembrada; se trata de datos que han impuesto nuevas reflexiones sobre temas extremadamente delicados, relacionados con el sacrificio humano y el culto a Dioniso en la edad del bronce egea.