Una educación obligatoria de calidad requiere que estén presentes tanto los aspectos cognitivos como la dimensión socioemocional, esta última estrechamente vinculada al desarrollo de la Inteligencia Emocional. Percibir qué variables influyen en el desarrollo de dicha Inteligencia ayuda a comprender que capacidades son necesarias trabajar desde las aulas universitarias para realizar una formación integral de los futuros docentes de Educación. La investigación realizada muestra en qué medida las variables personales y académicas influyen en el desarrollo de la inteligencia emocional en relación al género. Se presenta un estudio de corte cuantitativo, con un diseño no experimental descriptivo-diferencial, con una muestra de 132 estudiantes de primer curso del Grado en Educación Primaria. Los resultados obtenidos muestran un nivel similar de inteligencia emocional en ambos géneros, aunque con diferencias significativas en las dimensiones relacionadas con la competencia de vida y bienestar, las sociales, la regulación emocional y la conciencia emocional. En relación a estas dimensiones han obteniendo una mayor puntuación las participantes de género femenino en la dimensión competencias sociales, y los hombres en la dimensión regulación emocional. Otro de los hallazgos destacan que los hombres y mujeres con un mayor nivel de inteligencia emocional no son repetidores, tienen pareja estable y tienen hermanos. Por otro lado, las mujeres con un mayor nivel de inteligencia emocional no viven con sus padres mientras que los hombres que si viven con su padres son los que muestran un mayor nivel de inteligencia emocional. Como conclusión los resultados obtenidos ponen de manifiesto la influencia de variables personales y académicas como condicionantes del desarrollo de la inteligencia emocional, destacando la importancia de reforzar programas educativos fundamentados en las habilidades emocionales, especialmente en aquellos aspectos relacionados con la autonomía emocional.