Una de las características del siglo XXI es la celeridad con la que se produce y transmite la información, efecto de un desarrollo tecnológico sin precedentes. La cotidianidad social, las instituciones, la economía, la política o el desarrollo científico, se encuentran inmersas en las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Al igual que en cualquier ámbito de la sociedad actual, en el de la cooperación, concretamente en su modalidad descentralizada para el desarrollo humano local, las TIC son una pieza clave en la promoción, transferencia y gestión de conocimientos para fortalecimiento de los actores de la cooperación y la potenciación de la cooperación internacional entre territorios.
Sin embargo, realizar un estudio sobre las redes focalizado en los elementos tecnológicos puede limitar el acceso a las propiedades que las constituyen, que las dinamizan y que las orientan. Por consiguiente, esta tesis se centra en conocer los elementos psicosociales y culturales que permiten la integración de las personas y sus organizaciones a la actividad en red. En el análisis se atiende a la cohesión de la red, sus dinámicas de comunicación y la gestión del conocimiento, entre otros aspectos. La cooperación descentralizada, modalidad abordada en esta tesis, depende precisamente de canales de comunicación sólidos que permitan el intercambio de conocimientos y experiencias, de espacios para dialogar y establecer prioridades comunes con una gran variedad de actores y territorios. Por lo tanto, la comunicación en red se convierte en un factor elemental para el fortalecimiento de dicho sector.
En este sentido, la investigación ofrece un recorrido diacrónico general sobre el desarrollo mundial en los últimos sesenta años, así como un acercamiento a la noción de redes de conocimiento y su aplicación en el campo de la cooperación descentralizada.