El tratado Περὶ τοῦ ἐμφαινομένου προσώπου τῷ κύκλῳ τῆς σελήνης − De facie quae in orbe lunae
apparet (De facie en adelante) pertenece al corpus de Moralia de Plutarco. Conservado únicamente en dos manuscritos de los siglos XIV y XV (Parisinus Graecus 1672 y 1675), ha sido objeto de numerosos estudios y ediciones a lo largo de los siglos. Está presente en la edición Aldina de Moralia de 1509 y en varias ediciones renacentistas –destaca la de 1599, con texto griego de H. Stephanus y traducción latina de G. Xylander. Entre las ediciones modernas más notables contamos con las de dos grandes editores, M. Pohlenz para la Bibliotheca Teubneriana y H. Cherniss para la Loeb Classical Library, quienes publicaron excelentes trabajos que han servido de referencia para estudios posteriores. La recepción de De facie, sin embargo, presenta una curiosa contradicción, y es que, pese al esfuerzo dedicado por numerosos estudiosos tanto al texto como al contenido, todavía a día de hoy no se ha llegado a una interpretación completa y cabal del tratado. A esta situación han contribuido tres problemas, diferentes pero complementarios. El primero deriva del hecho de que el tratado haya llegado únicamente a través de dos manuscritos, lo que dificulta la labor de edición. Se impone decidir entre lecturas únicas que pueden ser erróneas y es necesario reflexionar sobre las lagunas que presentan los manuscritos así como sobre transposiciones, correcciones u omisiones del texto entre ambos manuscritos. El segundo surge de las intervenciones textuales en el texto mismo. Si bien existen testimonios del esfuerzo filológico por conseguir un texto coherente y gramaticalmente correcto desde las primeras ediciones impresas del siglo XVI hasta los estudios más recientes del siglo XXI, tales esfuerzos se ven debilitados por dos hechos.