El proyecto Dreamhouse aborda la representación de la idea de felicidad en la sociedad capitalista sobre-expuesta en tiempos de pandemia a través de la multiplicidad narrativa y el collage: la propuesta artística plantea un mundo virtual e interactivo, alojado en una página web, que es habilitado por dos tipos de personajes: los humanos, con un discurso realista en base al momento que se trata representar, y las barbies, con un discurso positivista y tóxico extraido de las redes sociale. En esta confrontación se produce una mezcla de lo plástico artificioso y perfecto con un mesaje críitico.