Este trabajo se propone como objetivo principal analizar brevemente el desarrollo histórico de diferentes sectores de las industrias audiovisuales españolas a fin de ponerlos en contexto en un marco introductorio a la aplicación de la disciplina metodológica de la Economía Política de la Comunicación en el caso español. Como segundo objetivo, se aborda el comentario crítico de la estructura del sistema mediático español desde el repaso de los principales grupos mediáticos, propietarios de las principales emisoras de televisión en España. Los resultados de este trabajo muestran que España participa de las dinámicas más frecuentes en Europa, a diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos. Esto significa que el mercado audiovisual en España está regulado: el Estado interviene y al mismo tiempo aplica regulaciones europeas, no se deja a las empresas regularse por sí mismas por los más puros criterios de mercado. Esto es así debido a las características de una industria tremendamente influyente en la opinión pública y en la cultura. Si fuera el mercado quien regulara la comunicación, apenas habría lugar para la cultura propia y todo habría sido “colonizado culturalmente” por las grandes multinacionales estadounidenses… ¿o acaso no ha ocurrido ya? La crisis económica iniciada en 2008 y la transición a la televisión digital terrestre (TDT o TDA, televisión digital abierta), concluida en 2010, incrementaron la concentración de canales de televisión en dos operadores, llamados el duopolio de la televisión española: Atresmedia (perteneciente al Grupo Planeta) y Mediaset España (propiedad en parte de Mediaset Italia y próximos a integrarse en el grupo Media For Europe). Las últimas políticas de comunicación españolas y europeas se han entendido como pasos hacia la desregularización de las comunicaciones en España y Europa.