Los temporales marinos son causa importante de afectación al sector turístico. La gestión del riesgo asociado a este tipo de fenómenos debe ser enfocada desde una doble perspectiva: natural y antrópica. De un lado se requiere conocer las características físicas de la masa oceánica y de otro se hace necesario examinar qué elementos del patrón de usos humano, ligados a la playa, pueden verse afectados. En base a lo anterior este trabajo se plantea los siguientes objetivos: Caracterizar la severidad y frecuencia asociada a las tempestades marinas a través de un análisis de los valores de oleaje (factor peligrosidad) y relacionar los datos obtenidos con la actividad turística (factor exposición).
El temporal marino puede llegar a ser tanto más dañino cuanto más cercano en el tiempo se encuentre a dicho periodo vacacional. Por esta razón el análisis se enfoca, por último, a los eventos ocurridos con antelación al 31 de marzo. Con esa fecha se ubica el día promedio de todos los años analizados del sábado anterior al Domingo de Ramos (primer día de la Semana Santa). A partir de dicha fecha se compartimenta el análisis en 4 intervalos de tiempo: De 0 a 15 días antes, entre 15 y 30 días antes, entre 30 y 60 días antes y entre 60 y 90 días antes.
En la Boya de Málaga el promedio de la altura de los 5 picos de oleaje más alto arroja un valor de 2,77m (2000-2018), observándose una tendencia al alza del promedio anual. La cantidad anual de eventos superiores a 3 metros va en ascenso si se analiza el 1986-2018. Los meses con mayor número de este tipo de eventos son los de enero (10 eventos en todo el periodo analizado) a abril (8), estando el pico situado en marzo (11). En los años analizados, se han dado 6 eventos con oleaje de mas de 3 metros, siendo el periodo de retorno de este tipo de eventos para el periodo 16 a 31 de marzo de 5,5 años. Este análisis puede extenderse a todos los puntos SIMAR o boyas de Puertos del Estado con series temporales suficientes.