Telegram se ha convertido en el competidor más directo de WhatsApp en Europa,
aunque sus 400 millones de usuarios aún están lejos de los 2.000 millones de la
aplicación de Facebook (abril de 2020). La app, creada en 2014 por Pavel Durov, se ha
tratado de diferenciar de su rival mediante la mejora de seguridad (Ortega, 2019), el
sistema de canales y los supergrupos que permiten la reunión de 200.000 usuarios.
Las aplicaciones de mensajería instantánea han superado en usuarios globales a las
redes sociales tradicionales (Barot y Oren, 2015). En el caso de Telegram, los eventos
relacionados con el Tsunami Democràtic, donde el canal del movimiento político se situó
entre uno de los más multitudinarios del mundo, con 380.000 seguidores (La
Vanguardia, 2019); el nacimiento del canal de Telegram del ministerio de Sanidad en
plena crisis del COVID-19 (Ramírez, 2020), y la migración masiva a la app en España tras
surgir el bulo de que WhatsApp censuraba contenidos (Sierra, 2020), han situado a la
aplicación de mensajería instantánea de origen ruso en una opción a tener en cuenta
dentro del mundo de la comunicación.