La identificación de personas cuyos cuerpos se encuentran quemados puede suponer todo un reto para los laboratorios de genética y antropología forense. El objetivo principal de este trabajo fue analizar la cantidad y calidad del ADN, así como la descomposición química de dientes humanos sometidos a diferentes condiciones de estrés térmico. Se realizaron dos tipos de ensayos: (i) análisis molecular de ADN tras someter dientes a 100, 200 y 400 ºC durante 60 minutos (cuantificación y análisis de integridad del ADN, tipificación y caracterización de la degradación del ADN mediante la amplificación de marcadores STR) y, (ii) análisis termogravimétrico acoplado a espectrometría de masas (TG-MS), mediante análisis dinámico con incremento constante de temperatura (hasta los 1000 ºC) y mediante sub-ensayos isotermales (temperatura constante: 50, 100, 150, 200, 250, 300, 350 y 400 ºC), durante 60 minutos. Los resultados muestran que los dientes son una buena fuente de material genético después de ser sometidos a condiciones de estrés térmico directo de 100 ºC durante 60 minutos, obteniéndose una cantidad y calidad de ADN adecuada para la identificación humana de una forma fiable. A partir de esta temperatura se produce un descenso drástico en la cantidad y calidad del ADN, dificultándose la tipificación de marcadores STR. Los ensayos TG-MS isotermales muestran que la degradación de la materia orgánica empieza entre los 150 y 200 ºC, con un potencial efecto negativo en la integridad del ADN, aunque la mayor descomposición de la materia orgánica se produce entre los 200 y 250 ºC. La termogravimetría ha demostrado ser una herramienta muy útil en el campo de la genética y la odontología forense ya que permite conocer la descomposición química del diente, por efecto de las altas temperaturas.