Los avances tecnológicos no dejan de sorprendernos, lo que hace unos años hubiéramos creído formaría parte de la ciencia ficción se convierte en un reto para el derecho administrativo y plantea no pocas dudas regulatorias. Un ejemplo claro de ello, es la aplicación de la inteligencia artificial a la gestión de servicios públicos en las ciudades inteligentes, tema de por sí amplio pero cuya proyección se escaparía la brevedad con la que se introducen estas líneas, más orientadas a advertir y proponer que a desarrollar un tema de por sí complejo. Pues bien, el presente capitulo aborda retos y vulnerabilidades que la incorporación de técnicas biométricas plantea, para el operador jurídico, toda vez que nos resitúan en el dificil equilibrio entre la defensa- seguridad y la transparencia, protección de la intimidad y de los datos personales, y al fin de la que configuramos como nuestra identidad – también digital.