Este trabajo constituye una reflexión sobre el papel del ciudadano en la construcción y la recuperación del espacio urbano. Reconocer a quienes habitan nuestras urbes la capacidad de participar en la creación, la transformación y la gestión de las ciudades es una exigencia irrenunciable del derecho a la ciudad. Así resulta de los documentos internacionales que han tratado de articularlo. A partir de esta constatación, abordaremos el análisis de un instrumento producido por el derecho administrativo italiano –el reglamento sobre bienes comunes urbanos–que proporciona un cauce institucional a los ciudadanos paraparticipar de manera efectiva en la regeneración y la gestión de los espacios y los bienes públicos.