Viajar y hacer ciencia son dos áreas de la actividad humana que tienen muchos factores en común: la curiosidad y la inquietud por descubrir lo desconocido de aquel que las lleva a cabo o la inevitable tendencia a caracterizar el mundo mediante nuevos datos. Es por ello que hacer ciencia y viajar son casi sinónimos en muchos planos. Y viajar a las últimas culturas vírgenes del planeta, con una mentalidad científica, permite el descubrimiento y análisis, con mirada crítica, de cosmovisiones tan apasionantes y sorprendentes como perturbadoras. Ciencia, pseudociencia, creencias y rituales increíbles aún pueblan este planeta, en remotos rincones convertidos en islas de resistencia cultural, albergando fauna, tradiciones y ecosistemas que se nos pueden antojar de otro planeta y que cualquier científico querría explorar.
[Esta conferencia cuenta con el apoyo de los fondos para conferenciantes del Departamento de Biología Molecular y Bioquímica de la Universidad de Málaga].