La sociedad actual, el mundo globalizado que vivimos ha hecho del inglés una lengua internacional de prestigio en todos los ámbitos: social, económico, político y, cómo no, científico. Esta situación de la que goza la lengua inglesa ha ido en detrimento de las otras lenguas del mundo. Se descubren nuevos objetos, nuevos alimentos, nuevas tecnologías, nuevas tendencias en la moda: calzado, vestido, peinados, complementos, etc., que suelen ir acompañados de un nombre en inglés. Necesitan ser denominados, pero no importa el país en el que hayan surgido porque su denominación internacional será siempre a través del inglés. Son neologismos de préstamo en las lenguas receptoras y nosotros nos preguntamos: ¿es necesario proponer un equivalente, una traducción en dichas lenguas para tales neologismos, tal como propone la Fundeu para el español?