El Delator es una obra-objeto instalativa de sitio específico que surge a partir de un cuento de Edgar Allan Poe, El corazón delator. A partir de ahí se busca replantear la situación del espectador dentro de la obra, redescubrirse como tal. Con ese fin, juega
con la visión del doble, el voyeur, lo límites; verse desde dentro y desde fuera de forma simultánea.