La sustracción internacional de menores tiene lugar cuando una persona, con base en una atribuida responsabilidad parental sobre un menor, retiene o traslada ilícitamente a éste a un país distinto del de su lugar de residencia sin el consentimiento del otro progenitor o de los dos progenitores, o sin autorización judicial. Las medidas procesales que se prevén para la solución de estos conflictos tienden a la restitución o retorno inmediato del menor a su lugar habitual de residencia, si efectivamente se constata que la retención o traslado han sido ilícitos.