Pedro López Calderón (también llamado Pedro Calderón) fue un pintor novohispano activo entre las dos décadas finales del siglo XVII y las tres primeras del XVIII. Su producción y su figura habían sido muy escasamente atendidas hasta el presente estudio, que los aborda de manera monográfica.
Tras un intenso trabajo de campo, de biblioteca y de archivo, desarrollados en buena medida a lo largo de distintas estancias de investigación en México, se ha conseguido reunir un catálogo extenso y razonado de su obra, hasta la fecha inexistente. La visión de conjunto que con ello se ha obtenido ha permitido realizar una nueva aproximación al autor, muy distinta a la que con mayor frecuencia se venía repitiendo en otras valoraciones previas.
Pedro López Calderón ha pasado, así, de ser considerado como un pintor de poco interés o importancia, a un creador de demostrada valía técnica y hábil inventiva, cuando el encargo recibido así lo requería y permitía. Especializado en pintura religiosa, dedicó buena parte de su producción a la representación de santos y santas, a los que se han dedicado profundos análisis iconográficos dentro de uno de los capítulos más extensos del estudio.
A nivel estilístico, la pintura de Pedro López Calderón se encuadra dentro de un contexto de indefinición y renovación plástica que es extensivo a toda la plástica del complejo ámbito cronológico y geográfico en que se desarrolló su extensa carrera. Estas cuestiones se abordan en distintos capítulos de la tesis, mientras que otros profundizan en su círculo clientelar o la distribución de su obra.
Un apartado dedicado al estudio de sus firmas autógrafas ha permitido aclarar algunas dudas existentes sobre su identidad y biografía. También ha colaborado a ello la aproximación a las fuentes documentales históricas, que se recopilan y analizan en un anexo final.